La transformación digital no es algo nuevo. Comenzó hace muchos años con el advenimiento de la tecnología digital
Los continuos avances en este campo así como la maduración y asunción social de estas tecnologías vienen provocando paulatinos cambios sociales y económicos. Basta reflexionar sobre la distribución de copias de creaciones intelectuales (música, literatura, cine, software, etc.), la forma en que nos comunicamos (¿quién recibe misivas postales?), cómo accedemos a la información, la geolocalización (navegadores) o sobre los profundos cambios en el sector de la distribución o en los hábitos de compra.
Estos avances en el ámbito digital son, además, exponenciales. La rápida adopción de
estas tecnologías así como la rentabilidad y expectativas de crecimiento de las
compañías que las desarrollan y/o explotan, provocan un creciente interés por
ellas y, en especial, por las llamadas “emergentes”: Blockchain,
Inteligencia Artificial o los “Smart Contracts”; suscitan importantes
retos jurídicos que deberán ser atendidos.
La transformación digital afecta transversalmente a las organizaciones. Ya sucede.
Hace años que vienen incorporando estas tecnologías con la lógica afección a
los distintos departamentos que las componen. El departamento legal no es una
excepción. Tiene que dar respuesta a los paradigmas jurídicos que la
transformación suscita. Parece por lo tanto lógico pensar que la demanda de
asesoría jurídica especializada aumentará en la medida en que dicha
transformación se vaya produciendo. Un mayor número de personas físicas y
jurídicas precisarán este tipo de asesoramiento y, además, lo precisarán en
nuevos campos.
Antes de evaluar los aspectos legales, vamos a
profundizar en este fenómeno que ya es más que una realidad por venir
1.Ok pero ¿Realmente qué es la transformación digital?
La transformación digital es la integración de tecnología digital en todas las áreas de una empresa, cambiando fundamentalmente la forma en que opera y brinda valor a sus clientes. También supone un cambio cultural que requiere que las organizaciones desafíen constantemente el status quo, experimenten y se sientan cómodas con el fracaso.
La transformación digital puede implicar la reelaboración de los productos, procesos y estrategias dentro de la organización mediante el aprovechamiento de la tecnología digital.
Como tal, la transformación digital requiere un examen y reinvención de la mayoría, si no de todas las áreas dentro de una organización, de su cadena de suministro y flujo de trabajo, las habilidades de sus empleados así como procesos de discusión a nivel de junta directiva, interacciones con clientes y su valor para las partes interesadas.
Además ayuda a una organización a seguir el ritmo a las demandas emergentes de los clientes, manteniéndolas en el futuro. Permite que las organizaciones compitan mejor en un entorno económico que cambia constantemente a medida que la tecnología evoluciona. Con ese fin, la transformación digital es necesaria para cualquier empresa, organización sin fines de lucro o institución que busque sobrevivir en el futuro.
Tecnologías clave
La tecnología impulsa la necesidad de la transformación digital y respalda la digitalización de una organización. Además, no existe una sola aplicación o tecnología que permita la transformación digital sino que existen múltiples procesos clave que una organización generalmente debe tener para afrontar la transformación:
- La computación en nube, por ejemplo, le otorga a la organización un acceso más rápido al software que necesita, nuevas funcionalidades y actualizaciones, además de almacenamiento de datos, y le permite ser lo suficientemente ágil como para transformarse.
- La tecnología de información permite a una organización enfocar su inversión de talento y el dinero destinado a investigación y desarrollo en soluciones personalizadas que respalden sus requisitos y los procesos que lo diferencian en el mercado.
- Las plataformas móviles permiten que el trabajo se realice donde sea y cuando sea.
- Machine learning y las tecnologías de inteligencia artificial brindan a las organizaciones conocimientos para tomar decisiones más precisas sobre ventas, marketing, desarrollo de productos y otras áreas estratégicas.
Otras tecnologías que impulsan la transformación empresarial son blockchain, realidad aumentada y realidad virtual, redes sociales e internet de las cosas (IoT).
2. La importancia de la transformación digital en un mundo de datos.
Las organizaciones que ven la transformación digital principalmente como una diferencia de tecnología sobre la transformación tradicional con ingeniería de procesos de negocio terminarán perdiendo el poder de la transformación digital.
¿En qué se diferencia la transformación digital de la reingeniería de procesos comerciales?
Un viaje de transformación digital mueve una organización de un mundo definido por el proceso a un mundo basado en datos. Veamos por qué esto es poderoso y cómo cambia el valor que una organización ofrece a los clientes y usuarios finales.
Procesos de colapso digital
En el mundo actual, las empresas se construyen mediante procesos, intentando desarrollar procesos de alto nivel. La transformación digital reduce los procesos que una empresa hace o podría hacer en la actualidad, automatiza el trabajo que la gente realiza y convierte el proceso en software. Lo que queda son datos.
Lo digital convierte los procesos en datos. Esto permite a las organizaciones ver su negocio a través del lente de los datos en lugar del objetivo del proceso. De repente, los datos dejan claro que la gente importa y que la experiencia del cliente importa. Por ejemplo, en lugar de ver el servicio al cliente como un conjunto de procesos que inicia el cliente o la organización, son los datos del cliente los que obligan a la organización a pensar en la experiencia del cliente.
A medida que surgen los datos y la capacidad de asociar esos datos con indicadores o problemas, una organización puede no ser solo más eficiente sino también cambiar lo que hace. El impacto comercial que resulta de ver el mundo a través de un lente de datos en lugar de una lente de proceso es muy poderoso.
La velocidad es la nueva moneda en los negocios. Las organizaciones deben ser rápidas a la hora de cumplir con las necesidades o expectativas de los clientes y empleados en un mercado competitivo. No hay atajos en la transformación digital para alcanzar esta velocidad. Pero a medida que una organización se adentra cada vez más en un mundo automatizado definido por software, se mueve cada vez más rápido porque surgen los datos y sus importantes asociaciones. Eso permite la transformación de lo que hace la empresa.
En un mundo impulsado por procesos, los procesos deben ser rutinarios y permitir obtener de manera consistente el resultado definido. La transformación digital transforma los procesos, lo que hace que sea más rápido y más confiable concentrarse en lo que se debe hacer en lugar de quedar atrapado en el esfuerzo de obtener los procesos correctos.
Un mundo basado en datos permite entregar una experiencia de cliente completa, “a tiempo y en su totalidad”. Desde la experiencia del cliente, no es la rapidez con que la organización responde el teléfono, sino la rapidez con que el cliente puede completar un pedido. La experiencia y satisfacción del cliente radica en el hecho de que el cliente no necesita múltiples conversaciones con la organización. La necesidad de una reunión pueden hacerse rápidamente y hacerse una sola vez.
Las mismas expectativas de experiencia se aplican a los empleados. En un mundo impulsado por procesos, un vendedor necesita asegurarse de que la compañía calcula las comisiones de manera adecuada mientras que en un mundo basado en datos, el empleado puede ver la información.
No hay atajos
La tentación de pasar de una orientación de procesos a una orientación digital es de acortar algunos pasos. Pero en realidad esto no es posible. La transformación digital implica más que colapsar un proceso en un conjunto de datos. A medida que una organización avanza en el camino de la transformación digital, muchos aspectos del modelo comercial deben cambiar, ya que los procesos y los datos están interrelacionados.
En un mundo basado en datos, una organización puede comprender el contexto de todas las interacciones con un cliente, empleado o usuario final y si la interacción traerá frustración o deleite a esa persona.
En un mundo basado en datos, una organización tiene el contexto completo de las expectativas de los clientes, empleados o usuarios finales. Por lo tanto, puede cambiar drásticamente dónde está el valor. Y puede cambiar la calidad de lo que hace, así como hacerlo a tiempo y por completo, entregando el resultado que el cliente o empleado desea.
3. ¿Cómo pueden los datos impulsar la transformación digital?
El Internet of Things (IoT) hace posible que tengamos hogares inteligentes, fábricas inteligentes y ciudades inteligentes. Los vehículos autónomos están empezando a cambiar la industria del transporte. La inteligencia artificial y el machine learning permiten enfoques predictivos para la toma de decisiones e impulsa el conocimiento del negocio.
Esta transformación digital que barre las industrias por sorpresa no sería posible sin datos. Los datos son los habilitadores de nuevas tecnologías y soluciones. Los datos son donde se derivan los conocimientos empresariales importantes y procesables. Sin embargo, la mayoría de los ejecutivos y tomadores de decisiones están preocupados por la calidad de los datos de los que dependen sus soluciones y conocimientos. Muchas empresas y tomadores de decisiones no entienden qué constituye información de calidad y cómo se puede obtener, generar, recopilar y utilizar.
Los datos, o más específicamente, los datos de calidad, son el diferenciador crítico que impulsa la transformación digital y lo que constituye información de calidad.
Los datos optimizan los canales de venta
El potencial para llegar a nuevos clientes es un factor crítico en la adopción de la digitalización. Pero la digitalización de los canales de venta o la transformación digital es simplemente una respuesta a las preferencias cambiantes de los clientes. Por ejemplo, el uso generalizado de teléfonos inteligentes y velocidades de internet más rápidas cambiaron la forma en que los consumidores compran productos y hacen uso de los servicios. Las empresas debían responder transformando sus canales de venta y agregando sitios web de comercio electrónico y aplicaciones móviles a sus canales tradicionales, como tiendas físicas.
Los datos son clave para entender a los clientes y sus preferencias. Los datos estructurados, como los que provienen de los sistemas de CRM, ayudan a las organizaciones a generar información sobre sus clientes en función de sus compras anteriores y transacciones históricas. Las organizaciones también pueden recopilar datos desestructurados de los clientes de las redes sociales y escuchar lo que sus clientes quieren a través de sus publicaciones, comentarios, y sentimientos online. Esta mayor comprensión permite a las organizaciones optimizar sus estrategias de canales de ventas para adaptarse a las necesidades y preferencias de sus clientes.
Además, los datos de los clientes ayudan a las organizaciones a adaptar sus canales de venta para servicios y compromisos más personalizados. Por ejemplo, el historial de compras de un cliente le permite a una organización darle a ese cliente algunas recomendaciones personalizadas basadas en sus acciones pasadas, maximizando así las oportunidades de ventas cruzadas y ventas adicionales.
Los datos impulsan la innovación y los ingresos
Otra clave para la adopción de la digitalización es la innovación de productos e ingresos. La transformación digital permite a las organizaciones crear productos que los clientes desean en lugar de crear productos y forzar que a los clientes para que los compren.
Los datos sobre cuándo, cómo, dónde y por qué se utilizan los productos brindan a los ingenieros de productos, diseñadores y fabricantes información sobre cómo mejorar e innovar sus productos. Por ejemplo, una compañía usó la escucha social para entender por qué sus ventas estaban cayendo. Al escuchar y analizar los sentimientos no estructurados de sus clientes en Facebook y Twitter, descubrieron que un producto competidor presentaba una nueva funcionalidad de la que carecía. Cuando se analizaron los datos estructurados en sus sistemas de CRM, se reveló la misma razón por la que los clientes abandonaban el producto. La compañía respondió agregando esa misma función a su producto y sus ventas se recuperaron. Para crear productos verdaderamente innovadores, las empresas deben analizar los datos y encontrar las brechas entre lo que los clientes quieren y lo que ellos y otras compañías ya están ofreciendo.
Además de innovar con productos nuevos y existentes, los datos ayudan a las organizaciones a descubrir y capturar nuevas oportunidades. Los datos permiten a las organizaciones predecir las tendencias, desde los patrones de gasto de los consumidores hasta las tendencias macroeconómicas, permitiendo a las organizaciones agrupar sus recursos y colocarse en la mejor posición para ser los primeros en moverse en los mercados emergentes y futuros.
Los datos mejoran la eficiencia
A medida que el panorama empresarial se vuelve cada vez más competitivo, son cada vez más las empresas que no pueden permitirse las ineficiencias que les cuestan tiempo y dinero. Impulsada por los datos, la transformación digital permite a las organizaciones, especialmente aquellas con activos de alto valor, mejorar la eficiencia operativa.
Los datos también permiten a las organizaciones optimizar la utilización de sus activos. El análisis de datos históricos proporciona a los fabricantes información sobre la configuración óptima del equipo, como temperatura, presión, electricidad y carga de trabajo. También ayuda a los fabricantes a predecir la demanda de sus productos, lo que les permite realizar procedimientos de mantenimiento críticos durante períodos de baja demanda, de modo que las interrupciones se pueden prevenir durante períodos de gran demanda.
4. El análisis de datos como acelerador de la transformación digital
A medida que continúa la transformación digital, las empresas están empezando a comprender que se debe hacer más con los datos. Los datos brutos por sí solos no generan información para impulsar el crecimiento del negocio. Más bien, son los análisis derivados de los datos los que crean un valor verdadero.
IoT ofrece nuevas fuentes de datos y la tecnología está evolucionando para recopilar, procesar y almacenar esta información. Los análisis de los datos de IoT, en particular cuando se combinan con otros datos comerciales, proporcionan información sobre el negocio, lo que ayuda a las organizaciones a comprender mejor los deseos y necesidades de sus clientes y, en última instancia, a diferenciarse de sus competidores.
Para poder aprovechar de manera efectiva el valor que se puede obtener del análisis de datos, se debe hacer un cambio cultural en la forma en que las organizaciones abordan el análisis. Este cambio cultural se puede describir como las tres “I” del big data:
- Invertir en recopilar, analizar y usar datos para que las empresas eviten su extinción durante la transformación digital.
- Innovar con datos inexplorados previamente para crear nuevos productos y servicios, junto con mejores experiencias de los clientes.
- Improvisar explorando datos y encontrando un nuevo significado, que luego se convertirá en información accionable en un ciclo continuo de datos.
Ya no miramos los datos por lo que ya sabemos (o creemos que sabemos). En su lugar, exploramos los datos y los convertimos en una visión accionable, en un ciclo continuo. Esta improvisación conduce a la innovación, que a su vez conduce a optimizaciones y nuevas oportunidades. Esto, por supuesto, requiere nuevas inversiones, en personas y tecnología, y es esta inversión la que anuncia el nuevo enfoque: crear una empresa ágil, adaptable y resistente a través de la aplicación de análisis de datos.
Los análisis están impulsando el futuro
La transformación digital de hoy, provocada por la explosión de datos y dispositivos conectados, debe verse como un mundo de oportunidades para las empresas, más que como una amenaza. La salsa secreta para la supervivencia, sin embargo, se basa en un cambio cultural que se centra en el valor del análisis de datos.
Las empresas que consideran la importancia crítica de los análisis obtendrán el mayor beneficio de sus datos, ahora y en el futuro. Las organizaciones que invierten en la recopilación y el análisis de datos evitarán su desaparición en la era digital. Innovar y generar nuevas ideas sobre cómo utilizar estos conocimientos para crear nuevos productos y mejorar las experiencias de los clientes es el siguiente paso en el proceso. Finalmente, la improvisación y la exploración de datos para encontrar un nuevo significado darán lugar a una serie de ideas que alimentarán el ciclo de datos continuos.
5. Aspectos legales de la transformación digital
Aunque entendemos que la transformación digital afecta a todas las disciplinas del Derecho, es cierto que su naturaleza digital hace que tenga especial incidencia en concretas ramas y actividades legales.
Por ello, si nos preguntamos que habilidades han de tener los especialistas juridicos para aportar valor añadido en el tránsito de lo analógico a lo digital, concluiremos en la importancia de:
1. la contratación de productos y servicios informáticos, (ii) la propiedad -intelectual,
2. la privacidad
3. la prueba electrónica,
4. la competencia en el ámbito de la economía colaborativa y
5. la responsabilidad civil de los agentes electrónicos autónomos (Inteligencia Artificial)
La transformación digital genera una creciente necesidad de contratar productos y servicios informáticos y una mayor dependencia tanto personal como empresarial de estos. En estas circunstancias, la correcta comprensión jurídica del alcance y circunstancias que rodean estas contrataciones resulta esencial para lograr pactos que cubran las concretas necesidades empresariales o personales que se puedan plantear.
También parece clara la creciente importancia de la propiedad intelectual. En un futuro próximo, los principales activos de muchos negocios serán sus sistemas informáticos (programas de ordenador) y sus bases de datos (su información y en muchos modelos de negocio digital, su fuente de ingresos). Además, la transformación digital favorece la creación de un creciente número de contenidos digitales, que sustentan modelos de negocios diversos basados en su ejecución o distribución.
Por este motivo, los pactos que se puedan alcanzar sobre la titularidad, cesión o condiciones de uso de las creaciones intelectuales resultarán vitales para preservar y rentabilizar los activos digitales empresariales.
Un creciente número de modelos de negocio digitales fían su suerte a pactos de “gratuidad por privacidad”. Prestan sus servicios a cambio de predispuestos pactos sobre el uso que de tus datos puedan hacer. Además, al calor del suculento negocio de los datos, muchas compañías se afanan en su recopilación, tratamiento y cesión. La exigente normativa comunitaria sobre privacidad hace que las estrategias empresariales deban tenerla en consideración no solo en el ámbito administrativo sino también, y muy especialmente, en el ámbito procesal, tanto civil como penal, fundamentalmente para combatir la calificación de la prueba aportada como ilícita. Piénsese en los supuestos de vulneración del derecho al honor o en la compleja casuística incluida en el art. 197 del Código Penal (LA LEY 3996/1995). En definitiva el fiel cumplimiento de la normativa sobre privacidad, mal se compadece con el cada vez más omnipresente “big data”.
Siendo todo lo anterior más que relevante, es el ámbito probatorio el más afectado por la transformación digital. La interposición electrónica (máquinas y programas de ordenador) traslada la discusión probatoria al ámbito electrónico y, en consecuencia, impugnar la fehaciencia de una transacción o documento dependerá de la adecuada comprensión de su naturaleza digital así como del resto de interrogantes que plantea, algunos puestos de manifiesto por la práctica forense, como son los relativos a su forma de adquisición, preservación de la cadena de custodia, aportación etc….
Ejemplo paradigmático de lo anterior, nos los ofrece una de las tecnologías a que antes nos hemos referido: “Blockchain”; y es que esta tecnología tiene naturaleza y finalidad eminentemente probatoria. Hablamos de la tecnología tras las cripto-monedas como Bitcoin con la que se puede dotar de validez acreditativa a los ficheros electrónicos. En realidad no es algo nuevo. Se trata en definitiva de una prueba por interposición (se genera una matriz de prueba de tal forma que lo que no conste en la matriz, no existe) y por cotejo (Se utilizan algoritmos de destilación cuya ejecución representa hexadecimalmente los ficheros; (hashes). El encadenamiento de unos hashes con otros así como su diseminación matemática utilizando el protocolo P2P, garantiza la inalterabilidad de la matriz de prueba, sin que que el contenido asociado de la misma pueda ser conocido. Por otro lado, la criptografía de clave asimétrica, que soporta las firmas digitales aporta la identidad. La complejidad de esta tecnología augura la necesidad de asesoramiento jurídico técnico en esta materia.
Lo mismo ocurre en el ámbito de la contratación donde cada vez es más habitual la imposición de la necesidad de acreditar el cumplimiento de obligaciones formales siendo cada vez más frecuente encontrarnos con que las manifestaciones de voluntad se contengan en medios electrónicos, extendiéndose en estos casos la obligación de prueba no sólo a su contenido sino también, y muy especialmente a su mera existencia; lo que sin duda requiere de especiales conocimientos técnicos.
La condición disruptiva de otro fenómeno digital es la economía colaborativa, también promete conflictos y en consecuencia la necesidad de asesoramiento jurídico. Basta la lectura de la prensa para comprobar las distorsiones que provoca el fenómeno y como afecta a la empleabilidad y a la competencia. Las recientes reflexiones del abogado general de la UE, el polaco Macej Szpunar, en relación a las cuestiones planteadas por un juzgado de lo mercantil de Barcelona tras la demanda de los taxistas de esta ciudad contra la plataforma Uber, que entiende que la actividad de esta última no es exclusivamente un servicio de la sociedad de la información, es un importante precedente que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad en el corto plazo de algunos modelos colaborativos.
Una de las últimas manifestaciones de la transformación digital, que suscita interrogantes con significativa afección jurídica, es la inteligencia artificial. Efectivamente, el parlamento Europeo ha definido la inteligencia artificial como los ingenios robóticos o electrónicos que: tienen independencia cognitiva (aprenden por si mismos), interactúan con el entorno que los rodea y tienen la capacidad de modificar o transformar ese entorno (su actuación tiene relevancia jurídica). El Parlamento Europeo plantea esta definición ante la necesidad de regular el régimen de responsabilidad civil derivado de la aplicación de esta tecnología. Desde Bruselas se anticipa el establecimiento de un régimen modificado de responsabilidad civil que se aplicaría dependiendo del grado de autonomía del ingenio electrónico.
6. Conclusiones
La transformación digital afecta transversalmente a las organizaciones y, en consecuencia, también a las asesorías jurídicas que tiene que dar respuesta a los paradigmas jurídicos que esta plantea. Para ello, los especialistas han de estar involucrados en el proceso de transformación. Han de formar parte de los comités de transformación digital y han de formarse y adquirir conocimientos en materias como la contratación de productos y servicios informáticos, propiedad intelectual, privacidad, prueba electrónica. En definitiva, deben demostrar una progresiva capacidad de adaptación a las disrupciones que el fenómeno ya plantea y seguirá planteado.
La especialización holística en lo técnico y o jurídico es una garantía de éxito en este momento de absoluta transformación digital.
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